Author - GrupoNeurona

¿Cómo serán los espacios de trabajo tras el Covid-19?

 Las oficinas en la era post Covid-19 nunca volverán a ser como antes. Una certeza aceptada por todos, pero que deja muchos interrogantes para las empresas. ¿Cómo adaptar sus espacios de trabajo para garantizar la salud y la seguridad de sus empleados?

La realidad después del coronavirus implicará cambios de considerable calado en el diseño de oficinas, y de hecho, muchas compañías ya las están adaptando.

En este sentido, más del 86% de los empleados de oficinas se muestran partidarios de que se instalen pantallas protectoras en sus puestos de trabajo. "Las grandes empresas, los bancos, compañías de seguros...  con sucursales distribuidas por todo el país nos están solicitando estas pantallas como una medida de protección tanto en la relación del empleado con el cliente como en sus oficinas centrales para la propia plantilla", señala Martín López, director comercial de este fabricante de mobiliario de oficina.

Estas pantallas transparentes ofrecen aislamiento individual a cada persona, tanto lateral como frontal. "Permiten tanto el paso de la luz como la comunicación entre compañeros, son muy fáciles de montar y su limpieza es muy sencilla", explica el experto.

Nuevas formas de trabajo

El impacto de la pandemia no solo se  notará en el diseño, si no también en la propia percepción que tenemos de nuestro trabajo.

En primer lugar, tras el regreso a la normalidad se espera un incremento del teletrabajo, "serán más las empresas que faciliten que sus empleados trabajen desde casa algunos días o en momentos puntuales. Por lo tanto, disminuirán en número los puestos de trabajo en la oficina y serán no territoriales, es decir, no asignados a una persona concreta. La función de la oficina será cada día más social, un lugar de encuentro donde compartir experiencias y conocimiento", detalla Martín López.

Después está la cuestión de las áreas de socialización de las oficinas. Según el análisis de Ofita, en la actualidad, las áreas colaborativas ocupan un 65% de nuestras oficinas, y para más del 80% "es imprescindible" que se mantengan estos espacios en las sedes corporativas.

Tras el confinamiento vamos a acabar saturados de las reuniones online y necesitaremos relacionarnos entre nosotros y en espacios físicos que nos reciban con calor". En ese sentido, recuerda que los espacios colaborativos fomentan las culturas más participativas y facilitan los procesos de creación e innovación. Además, "para el 78% de los trabajadores encuestados el sentido de pertenencia a una organización cuando se trabajan en la oficina es mayor que cuando se trabaja desde casa".

Las nuevas oficinas tras el Covid19 serán un ecosistema híbrido entre espacios privados y colaborativos.  "Las oficinas totalmente abiertas ya estaban en declive antes del coronavirus, cada vez vamos más hacia la creación de espacios de oficina que permitan un equilibrio de concentración aislada y colaboración productiva y social", afirma Martín López.

Trabajando en casa también hemos aprendido a disfrutar de momentos y espacios más personales y privados, que nos permiten concentrarnos mejor, y al mismo tiempo echamos de menos la relación presencial con nuestros compañeros y colaboradores. En este sentido, explica el experto, “nuestras dinámicas de trabajo serán más flexibles, el famoso trabaja donde y cuando quieras, y las oficinas serán mixtas, áreas de trabajo abiertas conviviendo con espacios más o menos cerrados, tipo cabinas, etc".

Son muchas las ventajas de la oficina abierta: fomenta el debate y el trabajo en equipo, favorece el trabajo flexible, ahorra costes y humaniza el espacio laboral al socializarlo. Pero plantea también inconvenientes; el ruido, las distracciones constantes que obstaculizan el trabajo concentrado y la falta de privacidad para mantener conversaciones telefónicas o en las reuniones. De hecho, un 70% de las personas no está satisfecha con su entorno de trabajo, especialmente, porque no pueden concentrarse en él. 

"Contar con entornos diferenciados permiten a los trabajadores elegir el espacio más adecuado para su trabajo e incluso estado de ánimo, lo que confiere a la experiencia de la privacidad un estilo personal", señala el director comercial de Ofita.

Los espacios de privacidad pueden ser más o menos cerrados, opacos o acristalados, y la esta puede ser una experiencia individual o de equipo. "Lo importante es que estos espacios ofrezcan la posibilidad de concentrarse en la actividad que realicemos y con la privacidad y seguridad que necesitemos".

FUENTE: equiposytalento.com

Consejos para crear una oficina en casa aún cuando hay poco espacio

FUENTE: HOMIFY

Los espacios pequeños como departamentos o casas de una planta, también tienen capacidad para una oficina pequeña en casa, pero más aún, lo necesitan ya que los requerimientos de laborar desde casa va en aumento en la sociedad moderna, donde las tecnologías de la información son, cada vez más, herramientas imprescindibles y atemporales. 

A nivel mundial, día con día crece el número de personas que trabajan desde casa y que necesitan un lugar para organizar sus papeles y realizar las tareas de su trabajo, por lo tanto, es cada vez más solicitado un lugar tranquilo y reservado en el que se pueda apelar a la concentración y pasividad para trabajar en casa. Pero esto no siempre es sencillo en casas pequeñas. Por ello te damos a continuación algunas ideas que pueden ayudarte a la hora de crear una oficina en tu casa, si es que las estás anhelando, ya que de la misma manera que no siempre se tiene una casa tan grande como se quiere, puede ocurrir que exista una oficina en casa dentro de un espacio pequeño en el que no existe comodidad, contrario a ello, se aprecia una atmósfera en la que reina el desorden por la escasez de espacio.

¿Te sientes identificado o identificada con esta situación? Si es así, los siguientes consejos te serán muy útiles.

El primer paso para crear una oficina pequeña en casa: el tema de la ubicación y las dimensiones

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Selecciona la habitación de tu casa que se acomode con todos los aspectos que deseas tenga tu oficina, es decir, deja cabida sí o sí a la tecnología, los suministros eléctricos y equipos para trabajar.

La cuestión de las dimensiones

Una vez que elijas la ubicación dentro de tu casa para tu oficina, comienza a analizar las dimensiones del lugar. A modo de parámetro, considera que los diseñadores profesionales trabajan con dimensiones mínimas de 150 y 210 centímetros en el diseño de un espacio de trabajo.

Puede que tu ubicación deseada no cumpla con estas medidas, pero es importante que consideres y te preguntes cómo vas a moverte dentro de tu pequeña oficina:

  • ¿Hay espacio suficiente para deslizar la silla?
  • ¿Es posible completar cómodamente las tareas diarias?

Crear la atmósfera adecuada para trabajar

Oficinas Corporativas – home office

HOMIFY

¿Para que será usada la oficina pequeña en casa?

Es posible que desees considerar los espacios designados para diferentes tareas, áreas separadas:

  • Para pensar.
  • Para reuniones.
  • Para trabajar.

En otras palabras, al determinar la posición de la pequeña oficina en tu hogar, pregúntate si vas a utilizar el espacio para reuniones y/o recibir a clientes, compañeros de trabajo, únicamente para ti, etcétera. De este modo podrás decidir si el ambiente más adecuado es algo sumamente íntimo y personalizado o algo más neutro.

Que la atmósfera de la oficina no se mezcle con la casa

Un lugar de trabajo, como esa pequeña oficina, puede distraerte del tiempo con la familia, por ello lo mejor es crear una atmósfera en donde puedas distinguir entre trabajo y vida. 

Cómo crear tu propia oficina en casa (5 pasos)

Cómo crear tu oficina en casa en 5 pasos

1. ¿Qué trabajo realizarás?

Antes de empezar a comprar elementos de decoración, muebles, o elegir una habitación para instalar tu oficina en casa, debes hacerte algunas preguntas que te guiarán para organizar mejor ese espacio:

  • ¿Qué harás en tu espacio de trabajo? ¿Escribirás en la computadora, tendrás que imprimir algo? ¿O tu trabajo es creativo y necesitarás espacio para tus diseños?
  • ¿Qué tipo de trabajo necesitas hacer? ¿Tienes que diseñar patrones de ropa, escribir artículos en el ordenador, o crear manualidades con tus manos?
  • ¿Tus clientes visitarán tu oficina?
  • ¿Tienes socios y tendrán que acudir a tu despacho para realizar trabajo en equipo?
  • ¿Qué tipos de materiales necesitarás almacenar?
  • ¿Qué equipamiento necesitas para realizar tu trabajo?
  • ¿En qué horas harás la mayor parte de tu trabajo? ¿Por la mañana, la tarde? ¿Quizás es un empleo nocturno?
  • ¿Necesitarás hacer llamadas por teléfono o hablar por videoconferencia?
Oficina en casa

Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a organizar mejor tu oficina en casa.

Por ejemplo, si tu empleo consiste sólo en utilizar tu computadora, no vas a recibir visitas de nadie, y tus horas laborables son por la mañana, puedes elegir una habitación pequeña o mediana que cuente con buenas ventanas donde entre la luz natural.

Pero si vas a trabajar desde casa, y necesitas recibir a tus clientes o socios, deberás buscar un espacio suficientemente grande para poner un par de sillones o sillas para estas personas, y asegurarte que esté bien separado del resto de tu hogar.

2. Encuentra el lugar perfecto

Para que tu oficina en casa esté bien organizada, debes elegir un lugar adecuado y sobre todo apartado que tenga como única misión ser tu espacio de trabajo.

No es buena idea elegir un espacio como un rincón de tu salón por ejemplo, o el escritorio de la habitación donde duermas. Si es así, intenta poner orden y que esa habitación quede limpia.

Oficina en casa

Si lo haces, te encontrarás muy a menudo teniendo que cambiar de sitio porque esos son lugares que también suelen usar otras personas que viven contigo (compañeros de piso, tu mujer o marido, tus hijos, tus padres, tus hermanos…).

Lo mejor es que elijas alguna habitación que te sobre en casa, donde no suela entrar nadie, y que esté bien aislada de ruidos e interferencias.

3. Analiza tu espacio de trabajo

Una vez hayas escogido una habitación, evalúa cómo puedes organizar ese espacio para aprovecharlo al máximo.

Es bueno que mantengas en un mismo espacio todos los materiales que necesites.

No es buena idea por ejemplo tener en tu habitación de trabajo la computadora, y en otra habitación distinta la impresora o folios, carpetas y bolígrafos que necesitarás para realizar tus tareas.

Con eso sólo conseguirás estar todo el día de un lado para otro, y perderás mucha concentración y tiempo mientras trabajas.

Así que analiza bien el espacio de trabajo del que dispones, haz una lista de todas las cosas que necesitarás a diario para trabajar, y mira en qué lugar puede ir cada material o equipamiento.

Oficina en casa

Aquí puedes comprar algún artículo de almacenamiento como cajas, algún estante, o un pequeño armario para guardar todo lo que necesites y tenerlo siempre a mano y organizado.

No te olvides de mantener el resto de tu casa libre de objetos que pertenezcan a tu trabajo.

Mantendrás un balance saludable entre tu vida personal y la profesional, y te permitirá relajarte en casa cuando no estés laborando.

4. ¿Estás cómodo en tu nueva oficina?

Es fácil desanimarse y ser muy poco productivo si el lugar de trabajo no es cómodo. Por eso una vez que hayas analizado y organizado dónde irán todos los materiales que necesitas en tu jornada laboral, debes también pensar en ti mismo.

Tú eres el corazón de tu oficina, la persona que realiza el trabajo y que hace que todo lo demás funcione.

Por eso es imprescindible que estés cómodo y a gusto desde el primer minuto en el que te sientas a trabajar hasta el último.

Busca una silla confortable que haga que tus piernas se sientan amortiguadas y descansadas; mira si tu mesa de escritorio tiene suficiente espacio para poner encima de ella todo lo que necesitas.

Oficina en casa

Lo que se trata es de que tú estés bien, que no te angusties por el poco espacio, y que tengas todo a mano.

Si alguno de estos elementos falla, lo más probable será que al final te alejes de allí para buscar otros rincones de la casa donde puedas trabajar y te sientas más a gusto.

En caso de que en tu casa no tengas este tipo de muebles adecuados, puedes comprar una silla cómoda y una buena mesa de escritorio por muy poco dinero en cualquier tienda.

5. ¡No satures la habitación!

Ya casi has terminado de crear tu oficina en casa. Pero quizás una mesa, una silla, y algunos estantes o muebles donde guardar el material laboral te parezcan que dan un aspecto “soso” o pobre a tu nuevo espacio.

¿Por qué no poner algunos detalles como cuadros u objetos decorativos?

Este tipo de detalles te pueden inspirar y motivar para entrar a trabajar cada día en un ambiente positivo para ti.

Pero no debes saturar demasiado ese espacio con este tipo de elementos.

Un par de cuadros y algún objeto de decoración están bien; pero una pared entera llena de imágenes y fotos lo único que conseguirá es agobiarte y distraerte de tus tareas laborales.

Los 3 elementos más importantes de tu oficina en casa

Hay 3 factores que debes tener muy en cuenta a la hora de establecer tu propia oficina en casa para que el trabajo sea lo más efectivo posible.

1. El equipamiento

La rapidez y la eficiencia son críticas cuando trabajas desde casa. Pero toma decisiones con cuidado.

¿De verdad necesitas una mesa de escritorio tan grande? No pagues por un mobiliario que a diario no vas a utilizar o aprovechar.

Comprueba que a tu habitación llega una buena conexión por Internet a través del cable o del Wifi para que tengas la flexibilidad de trabajar cómodamente con un portátil o la computadora.

Si vas a hacer muchas llamadas de negocio, mejor contrata una línea separada de teléfono e instálala en tu habitación. Así, tus clientes podrán llamarte y contactarte siempre que quieran sin interferir con las llamadas familiares.

Oficina en casa

2. La iluminación

Una buena iluminación es esencial. Lo ideal es que tengas toda la luz natural posible en tu oficina. Sería bueno que tu habitación tuviese al menos una ventana suficientemente grande para que por las mañanas entre una buena claridad.

Coloca tu espacio de trabajo principal (por ejemplo, la mesa con tu computadora) cerca de esta fuente de luz si puedes.

No sólo disfrutarás de la positividad de los rayos del sol, también así ahorrarás dinero en tu factura eléctrica.

Sin embargo, si tu oficina no tiene ventanas (un sótano o una habitación sin ellas), lo mejor es que inviertas algo de dinero en unas lámparas e iluminaciones que simulen todo lo posible la luz natural.

Recuerda que este es un elemento esencial. Si pasas muchas horas en un ambiente con poca luz, puede tener efectos psicológicos negativos en ti, incluyendo la depresión.

3. La privacidad

Como ya te expliqué antes, nadie puede trabajar cómodamente en un ambiente lleno de ruido e interrupciones.

Al planear tu espacio de trabajo, asegúrate de que te ofrece un gran nivel de privacidad y que esté separado del resto de la casa a través de una puerta u otro tipo de separación que te aisle de los ruidos.

Si no tienes cuidado con esto, puede que recibas interrupciones demasiado a menudo que te desconcentren, te pongan de mal humor, y te estresen demasiado.

Oficina en casa

¿Cuáles son los mejores colores para trabajar en tu oficina?

La psicología del color es real. Algunos colores evocan emociones y reacciones físicas. El color impacta en nuestro estado de ánimo y nuestros niveles de energía.

Por eso es importante que tengas cuidado con el estilo y los colores que eliges para tu oficina en casa, tanto para las paredes como para el resto de elementos que la decoren.

Azules, verdes y violetas

Estos colores están considerados como colores fríos y evocan sentimientos de paz y relax. Aunque el azul es un color demasiado frío y puede hacer que nos entre sueño.

Es ideal para un dormitorio, pero no para una oficina.

Como color dominante de la naturaleza, el verde es un tono neutral, y solemos sentirnos cómodos en entornos con este color.

El verde evoca lo orgánico, fresco, relaja las emociones y puede aumentar la concentración. Y sin duda, puede añadir mucha vitalidad a una oficina en casa.

Si tus paredes no son verdes sino de color blanco, no hay necesidad de pintarlas de este color. Bastará con introducir algunos elementos decorativos verdes para mejorar tu productividad.

Amarillos y rojos

El amarillo capta la atención, y atrae la mirada del ojo como ningún otro. Hace que la gente esté feliz y levanta el optimismo.

Pero un color amarillo chillón o fuerte puede distraer demasiado, e incluso el gran nivel de energía que proporciona puede hacer que aumenten tus niveles de ansiedad.

El rojo también es energético. Suele producir fuertes sentimientos y crea una gran excitación.

Por eso, si lo usas en tu habitación de trabajo, debe ser sólo en pequeños detalles, no en grandes objetos.

Blanco, gris y tostado

Estos colores pueden presentarse en distintas variaciones y son neutrales, así que puedes utilizarlos en varias tonalidades como gris cálido o blanco frío.

Este tipo de colores no te distraerán y son fácilmente combinables con acentos de otros para dar un toque de energía y vitalidad.

Una buena idea es tener paredes de color blanco o marfil, y combinar con ellas objetos de color morado. Este color es muy bueno para estimular la imaginación.

Los tonos púrpuras o lavandas combinan tanto matices cálidos como fríos, y proporcionan una respuesta favorable cuando se necesita concentración y agilidad mental.

Oficina en casa

Lo mejor es que pruebes varias combinaciones de colores para ver qué resultados provocan en ti. Aunque no hay ninguna fórmula exacta para una asociación de colores adecuada.

La mezcla de colores depende de ti porque es algo subjetivo dependiendo de cada persona.

Consejos para vivir la reclusión de la mejor manera posible

  • Pero no solo a través de las redes sociales. En estas semanas tenemos mucho tiempo para llamar y hacer videollamadas con quienes no solemos contactar, cuando andamos atrapados por la rutina. Estos contactos serán una panacea para nuestro estado de ánimo.
  • Aprende que la cercanía no solo consiste en quedar sino también en preguntar ¿cómo estás? Los que se encuentran lejos de nosotros a menudo no necesitan nada más que un mensaje para sonreír. Esto es lo que pasa en estas semanas de cuarentena: preguntar a los seres queridos cómo están es una forma de transmitirles ánimo y cercanía.
  • Aprende a estar solo contigo mismo. Es una excelente oportunidad para practicar la soledad, al igual que los monjes. No olvidemos que hoy en día se paga para ir a un retiro espiritual y practicar el silencio. No hay que temer a nuestras propias debilidades. Por el contrario, sólo escuchándolas y entrando en contacto con ellas podrán resolverse.
  • Haz movimiento. Si​ tienes la bicicleta estática o la cinta de correr, ¡aprovéchalas! y si no, hay muchos videos online para hacer ejercicio en casa. ¡Moverse es importante para el estado de ánimo!
  • Ordena tu hogar. Un ambiente ordenado es bueno para la mente, también lo es encontrar tiempo para hacer cosas que seguimos posponiendo y que nos ponen nerviosos.
  • Haz yoga y meditación. Las​ disciplinas orientales, la práctica de la respiración, ayudan a encontrar la paz y afrontar mejor las situaciones estresantes.
  • Esta es una oportunidad perfecta para recuperar ritmos más humanos y aprender a escucharse y escuchar a los demás. No la dejemos escapar.
  • Conócete mejor y dedicate a pasatiempos nuevos o abandonados. Puedes también dedicarte a tu formación, entre cursos online y actividades manuales, las posibilidades son infinitas.
  • Pasa más tiempo con tus hijos. Siempre nos quejamos de que nos gustaría pasar más tiempo con nuestros hijos. Probablemente esta no sea la situación ideal, encerrados en casa y tal vez teniendo que trabajar. Pero ciertamente se puede encontrar una manera de organizarse para poder disfrutar de los más pequeños sin dejar de ser productivos.
  • Cocina platos que te gustan. Uno de los placeres de la reclusión es disfrutar de la cocina y deleitar el paladar. En lugar de consumir sándwiches y alimentos preparados, este tiempo extra de aislamiento nos ofrece la posibilidad de consumir platos más saludables y nutritivos.

La guía completa para trabajar desde casa de forma óptima

Por: Raul de Tena

Programas para trabajar desde casa

Empecemos por lo fundamental: para desarrollar tu trabajo a la perfección, necesitarás todo un conjunto de programas. Inicialmente, esos programas serán los mismos que utilizarías en tu oficina… Pero, ojo, porque lo más seguro es que tengas que sumar nuevas aplicaciones en las que a lo mejor ni habías pensado.

Los básicos

Como hemos dicho más arriba, lo primero son los básicos: si usas determinado software en la oficina, también lo usarás en tu home office. Por eso mismo, en el momento en el que prepares tu ordenador para el teletrabajo, deberías asegurarte que esos programas están correctamente instalados en él.

Hay algunos de ellos que son comunes a la mayor parte de los trabajadores: un buen gestor de correo, un procesador de texto, un software de hojas de cálculo… Y, a partir de ahí, se trata de ir sumando dependiendo de las características de tu trabajo en cuestión.

Si eres community manager, por ejemplo, seguro que ya cuentas con algún programa para gestionar las publicaciones en las redes sociales (como la app de Buffer). Los bloggers no podrán vivir sin la app oficial de WordPress, aunque tampoco deberían perder de vista las herramientas específicas de SEO más allá de básicos como Google Analytics.

Los YouTubers lo tienen más complicado, ya que probablemente necesiten un buen editor de vídeo (con opciones sencillas como iMovie o Premiere Pro o más complejas como Final Cut). Algo parecido a lo que ocurre con aquellos que se dedican a los podcasts, ya que necesitan un software dedicado a la edición de sonido (con grandes favoritos de los expertos como Audacity o Garage Band).

Si eres redactor de contenidos, con el mencionado editor de textos ya tiras, aunque no deberías dejar pasar la oportunidad de probar opciones más nuevas como los editores basados en el lenguaje markdown (como, por ejemplo, Ulysses). Si formas parte de la comunidad de desarrolladores y programadores, necesitarás un editor de texto específico como, por ejemplo, Focused.

Pero, por encima de las especificidades de cada profesión, hay algo que todos los programas deberían tener en común: estar preparados para trabajar en el espacio online. Si llevas los números de una empresa, necesitarás un software de contabilidad en la nube. Si tienes un e-commerce, necesitarás gestionarla en tiempo real con un programa específico.

Estamos en el siglo XXI: trabajar desde casa significa trabajar en la nube.

Comunicación

Cuando estás en la oficina, puedes levantarte de tu sitio e ir al de cualquier compañero para preguntarle lo que sea y evitar así el trámite del correo electrónico. De hecho, muchas son las empresas que ya han incorporado un chat interno para optimizar este tipo de comunicaciones rápidas… Y, obviamente, este tipo de conversaciones deben seguir existiendo por mucho que los trabajadores estén en casa.

Eso sí: olvídate de Whatsapp, porque no quieres que tus conversaciones de trabajo compitan en tu atención con las conversaciones de tus colegas. Slack y Skype son los dos grandes clásicos a este respecto. Pero hay que reconocer que el nuevo teletrabajo está imponiendo las vídeoconferencias, y ahí es donde están entrando con fuerza otras apps como Microsoft TeamsZoom o Houseparty (aunque esta última, al tener un enfoque más relajado y casual, puede que no sea la mejor opción para un entorno laboral).

Gestión de proyectos

El flujo de trabajo es algo relativamente fácil de establecer y mantener en una oficina. Pero conservarlo cuando se trabaja desde casa puede ser un poco más complejo… Por suerte, existen todo un conjunto de aplicaciones que sirven no solo para definir este tipo de procesos, sino también para seguirlos paso a paso e incluso mejorarlos.

Programas como Trello o Asana se han convertido en los favoritos a la hora de gestionar proyectos, ya que incluyen una gran cantidad de herramientas para que todos los miembros del equipo puedan visualizar las tareas y trabajarlas en tiempo real. Y, de hecho, algunos ERPs (como, por ejemplo, Holded) también incluyen completas soluciones para la gestión de proyectos.

Gestión del tiempo

Una cosa positiva de trabajar desde casa es que cada uno se organiza el tiempo como quiere. Algo que, por cierto, está comprobado que incrementa la productividad laboral. Al fin y al cabo, si puedes montártelo como quieras, lo más normal será que optimices tu propio tiempo para poder disfrutar de tu ocio a la máxima potencia.

Para ello, el calendario es tu mejor amigo. Pero también opciones mucho más sofisticadas como los gestores de tareas o archiconocidos to-do lists que te permiten dejar a la vista todo lo que tienes que hacer e ir tachando a medida que vas completando cada uno de los puntos.

¿Quieres mayor control todavía sobre el tiempo de trabajo en casa? Opciones como Toggle o Tyme introducen contadores de tiempo para saber exactamente cuánto tiempo dedicas a cada una de las tareas. Tú decides en qué punto de obsesión por los timings te quedas.

Bienestar

Hay un dicho anglosajón un poco intraducible que reza «All work and no play makes Jack a dull boy«… Y es cierto: trabajar demasiado no le hace ningún bien a la cabeza, y mucho menos cuando te pasas todo el día encerrado en tu casa. Por eso mismo, es recomendable contar con algún tipo de pomodoro timer para que te avise de la obligada pausita cada 25 minutos (o cada período que tú mismo establezcas).

Acuérdate también de hacer pausas más largas y, sobre todo, de liberar parte de la tarde para hacer cosas que no sean trabajar. A este respecto, no está de más hacer algún tipo de ejercicio (si quieres hacerlo en casa, abundan apps como Nike Training Club o Seven) e incluso de meditación (con opciones infalibles como Calm o Headspace).

Páginas web

Hemos estado hablando de un buen puñado de programas y aplicaciones que sirven para trabajar desde casa de la forma más óptima posible. Debes saber, eso sí, que muchas de estas opciones no hacen necesario ni el programa ni la app, sino que permiten trabajar directamente desde la página web pertinente.

Porque, al fin y al cabo, muchas son las páginas que ayudan al teletrabajo. Desde buscadores como Google hasta tiendas virtuales como Amazon, que te facilitarán la vista porque te lo llevan absolutamente todo a casa. Tu teletrabajo también puede mejorar de forma visible con un buen asistente virtual (dependiendo del área en la que lo necesites)… Y, claro, estar en casa también es un buen momento para cultivar el networking con redes sociales como LinkedIn o para buscar nuevas ofertas de trabajo en sitios como Infojobs.

Cada maestrillo tiene su librillo. Y cada teletrabajador tiene su propia lista de páginas web favoritas.

Equipo básico

Suele pensarse que, para trabajar desde casa, un freelancer solo necesita un ordenador (portátil o no) y una conexión a internet. Y eso tiene parte de cierto. Pero igual de cierto es que, si no añades determinadas cosas a ese equipo básico, trabajar de forma remota puede acabar pasándole factura tanto a tu salud como a tu productividad.

Una buena opción es hacerte con un escritorio espacioso, una lámpara potente y una silla ergonómica, porque tu cuerpo te lo agradecerá al final del día. También con un ratón, un teclado y una pantalla que sea mínimamente grande para no dejarte la vista en el intento.

Añade aquí cualquier otro material de oficina que necesites: bolis, lápices, etc. Y una última consideración: a nadie le amarga el dulce de tener cosas bonitas sobre su mesa. Porque trabajar en casa no significa que tengas que trabajar en una mazmorra oscura y triste.

Consejos para ser productivo

Da igual el tipo de trabajo que realices: al hacerlo desde casa, no te vendrán mal todo un conjunto de consejos aplicables en todos los casos. A continuación te hablamos de nuestros favoritos…

  • Separa tu lugar de trabajo del resto de la casa. Reserva un espacio concreto de tu hogar que no sea en el que sueles hacer vida. Queda terminantemente prohibido trabajar desde el sofá e incluso desde la cama. La idea es que haya una ruptura mental entre tus horas de trabajo y tus horas de ocio, y eso es difícil de conseguir si te pasas todo el día en el mismo espacio.
  • Invierte en tu espacio de trabajo. Piensa cómo puedes mejorar la experiencia de tu día a día trabajando desde casa… ¿Puedes comprarte un pedestal para elevar tu laptop y mejorar la postura en la que trabajas? ¿Qué tal añadir una planta que dé un poco de vida a tu escritorio? ¿Y si te haces con unos speakers que te proporcionen buen sonido y así escuchar música?
  • No trabajes en pijama. En serio. Esa ruptura entre la vida cotidiana y la vida laboral a la que nos hemos referido antes es mucho más fácil cuando, antes de empezar a trabajar por la mañana, te pegas una buena ducha y te pones cualquier cosa que no sea un pijama. Vístete más o menos casual, vístete con tejanos o con chándal… Pero la idea es que te quites de encima la ropa con la que hayas dormido.
  • Créate un calendario diario. Algunas de las aplicaciones que ya te hemos presentado te pueden ayudar a establecer una lista de tareas diaria, asignarles unos horarios concretos y ponerte a trabajar sin salirte de ese guión mental. Te ayudará a enfocarte en las tareas sabiendo que, a continuación, tienes todavía mucho trabajo por sacar.
  • Establece tus propios límites laborales. Que trabajes desde casa no significa que tengas que responder un email a las 11 de la noche o que acabes una reunión diciendo «no pasa nada, esto ya lo hago yo el domingo desde el sofá«. Distribuye tu tiempo como si estuvieras en la oficina y marca los límites tanto para ti como para los demás.
  • Sé humano. Está claro que el teletrabajo implica comunicarse con el resto de compañeros a través de apps y programas. Y está probado que este tipo de comunicación puede llevar a malentendidos que, si vieras la cara de la otra persona, se evitarían por completo. Así que no dudes en ser pesado para que se te entienda, por ejemplo, o en utilizar emoticonos cuando el momento lo permita.
  • Cuida tu tiempo libre. Dicho de otra forma: no trabajes a tiempo completo. Dedícate a leer más, acábate todos esos videojuegos que tienes empezados, mira series, cocina, haz cursos online… ¡Prueba las manualidades! Lo que sea para apartar tu cabeza de esos mails que te quedan por responder.

Ventajas y desventajas de trabajar desde casa

¿El trabajo remoto te parece buena idea pero te da miedo que tenga más desventajas que ventajas? Veamos ambas caras de la moneda por separado. Empezando por las ventajas de trabajar desde casa

  • Ayuda a conciliar mejor la vida laboral y la vida familiar.
  • Mayor ahorro tanto para el trabajador (desplazamientos) como para la empresa (mantenimiento de una oficina).
  • Horarios flexibles.
  • Incremento de la concentración al distribuir uno mismo el trabajo.
  • Reducción del estrés al no tener factores de presión como la presencia constante de un jefe.
  • Aumento de la productividad (derivada de los dos puntos anteriores).
  • Mejora en la alimentación. Porque, como en casa, no se come en ningún otro sitio.

¿Y qué hay en cuanto a las desventajas del teletrabajo? Veamos una lista a este respecto.

  • Soledad. Se reduce el trato humano con compañeros y esto puede conducir a una sensación de aislamiento si no se combate con ciertas medidas.
  • Sedentarismo. Ir a trabajar cada día ya implica un mínimo de esfuerzo físico. Si no se introducen rutinas de deporte, trabajar desde casa puede conducir a una vida demasiado sedentaria.
  • Distracciones. Hay que ser mucho más disciplinado para luchar contra los cantos de sirena que tenemos en la habitación de al lado, ya sea tu consola o tu televisión.
  • Problemas informáticos. El departamento informático tendrá más dificultades a la hora de solucionar tus problemas, obviamente.

20 Consejos imprescindibles a la hora de emprender de forma segura según María Espacios

Por: Economiadehoy.es

Los emprendedores, en el momento que les surge la gran idea aunque no sean del todo consciente deben de tener en cuenta que tienen un riesgo muy grande y a medida que vayan trabajando en su proyecto además de cada paso que vayan dando hacia adelante, se darán cuenta que ese riesgo se va a ir reduciendo al mínimo posible siempre que cumplan con unos pasos muy sencillos. id:50806

En el posible caso es estar preparado para que toma decisiones acertadas, manteniendo bajo control ese riesgo con el objetivo de que las posibilidades de éxito crezcan y para eso estos consejos para emprender de forma más segura.

Definir la mejor estrategia
Casi todas las empresas que cierran durante el primer año cometen el mismo error, no tienen una estrategia definida, e incluso es peor, ya que creen que sus errores están en otras partes de la empresa. Hay que planifica la mejor estrategia.

No hay que perder de vista la productividad
Un empresario es su propio jefe y puede ser que no tenga trabajadores y se subcontraten la mayoria de los servicios externamente, pero igualmente se deben preocupar por ser lo más eficiente posible. No hay que parar de organizar y priorizar tareas. La organización de todos los procesos ayudará a no perder el tiempo.

Evaluar previamente a los competidores
Toda persona que se plantee abrir un negocio debe siempre autoanalizar a sus competidores y saber en que punto se quiere uno establecer frente a la competencia, si el resultado no es satisfactorio debe pensárselo antes de seguir adelante.

Escuchar a todo aquel que pueda aportar y ayudar a mejorar, hay que dejar que todos contribuyan a la excelencia
Colaboradores, familia, empleados, clientes… Rodéarse de gente válida, ya sea de socios, alianzas o empleados que cubran todas las carencias y que aporten un valor añadido.

Desarrollar la oferta apuntando a un público objetivo
Buscar como llegar dicho nicho y hasta que uno no este seguro de que existe un mercado real no hay que lanzarse.

No olvidar de situar siempre al cliente en el centro de todo lo que uno haga y de todo lo que se piense
El existir de una empresa es por él y sólo para él. Cuando este pensamiento de cliente como el foco de una empresa salga de forma natural se tendrá mucho más camino ganado.

No olvidar que el mercado no es como uno cree.
El mal emprendedor se equivoca y cree que los gustos de las personas que componen un mercado pueden ser son como los suyos. Error.

Utilizar las herramientas y servicios online para abaratar los costes fijos iniciales
Hay que intenta empezar poco a poco.

Por ejemplo si se necesita un estudio donde desarrollar una actividad en Compartir Espacios se pueden encontrar gente de todas las profesiones que comparten sus estudios, salas, naves industriales y espacios en general, si se usa esta herramienta se puede llegar ahorrar hasta un 60% del gasto fijo inicial.

Gasta poco. Cuanto más prudente se sea en el gasto y más se controle los costes, sin que esto suponga una merma en la calidad, más posibilidades de éxito se tendrá.

Vigilar a los clientes insatisfechos pero sin obsesionarse, ya que, por ejemplo, una mala opinión en Internet puede ocasionar daños irreparables si no se actúa adecuadamente.

Controlar el dinero
Una mala gestión de la tesorería es lo que hará cerrar el negocio a corto plazo aunque se esté hablando de un negocio rentable a largo plazo. Hacer un estudio con las previsiones de tesorería donde no se olviden ningún pago para que esté todo bajo control. Igualmente aconsejan dejar un remanente para improvistos.

Exigir al banco
Si hay algo que el emprendedor no hace habitualmente y debería hacer es comportarse como un verdadero cliente exigente con quien maneja su dinero, el banco, y es que habitualmente conformarse con un pésimo servicio que como empresarios no se puede permitir. Esto es aplicable a todos los procesos.

Ofrecer calidad
Es la única manera de crear una empresa competitiva, y es que lo de competir en precios está bien, pero tiene poco recorrido. Generar satisfacción continua en los clientes es muy importante.

Mantener un equilibrio entre lo que se haga online y offline
Como bien se sabe los extremos no son buenos y los recursos estén descompensados entre estos 'dos mundos' si no es así puede provocar problemas a corto plazo.

Si se requiere un local o estudio, hay que realiza un buen análisis de la localización ideal donde se pueda determinar cuál es la mejor zona en función del público objetivo al que uno se va a dirigir
No hacer encajar estas dos premisas a la perfección es un error, si se elije una zona concurrida, puede ser que estas no favorezcan al negocio al no tratarse del público objetivo al que va dirigido el producto o la empresa: puede haber transito de gente pero no la gente que consuma ese producto o servicio.

Hay que tener un modelo de negocio definido y no solo una idea
Aconsejan asegurarse que se ha hecho la transición de tener una idea hasta definir un modelo de negocio factible que muestre claramente cómo generar dinero con una empresa.

Olvídar de la teoría pura y dura
Modelos de negocio, startups, Canvas, plan de negocio, clientes potenciales, trámites… Todo ello asaltan al emprendedor todos los días. El emprendedor se pierde entre tanto concepto y se desvincula de la realidad perdiendo verdaderamente el enfoque que necesita y éste se resume en esta frase: De donde viene el dinero y los clientes.

No hay que olvider que es más importante la empresa y el producto/servicio que el propio emprendedor
Es muy importante para cualquier emprendedor el papel que desempeña, pero no debe ser el centro del mundo, un cliente compra un producto o paga por un servicio de calidad, y no porque el emprendedor es chic y está a la vanguardia, es al revés.

Hay que diferenciarse en algo. La diferenciación es fundamental y lo importante es que se encuentre lo que hace el producto o servicio diferente de los competidores: encontrar el valor añadido es clave.

Mostrar una imagen digna del producto o servicio que se quiere vender
No utilices una mala imagen o simplemente una imagen mediocre de los productos o servicios. La imagen es la carta de presentación por lo que no hay que escatimer en contratar un estudio fotográfico barato y a un fotógrafo para poder usar una imagen perfecta de un producto o servicio. Lo mismo, en el momento en el que está saboreando el fracaso, uno no se dara cuentas pero la lección que se está enseñando puede salvar en el futuro.

Hacer un plan de motivación
No garantiza el éxito, pero puede dar una buena idea de cómo serán los siguientes pasos. Pero hay que conseguir crear un entorno con buena comunicación entre empleados (externos e internos) ejemplo: proponiendo u organizando “After Works” alquilando un local para fiestas garantizas la fidelización de clientes y plantilla.

Y por último, hay que ser feliz con lo que uno hace, si no es así en algún momento uno puede saturarse y afectará a los resultados de la empresa y es que el mismísimo Henry Ford dijo: "Un negocio que no hace otra cosa más que dinero es un negocio pobre”.